logo el futbol de Salto y otras pasiones

publi-header
publi 1

COLECCIONANDO DESILUSIONES


… y pasó la Copa del Mundo Brasil 2014. Ojalá tuviera que retractarme de muchas cosas que escribí en la editorial anterior pero, con mucho dolor, tengo que decir que una vez más el FÚTBOL fue abofeteado. Prácticamente nada de lo visto en el campo de juego quedará en el recuerdo: Ni equipos que deslumbraran por su juego colectivo, ni jugadores que se hayan ganado un lugar en el Salón de la Fama.


Brasil 2014 será recordado, por los siglos de los siglos, como la gran catástrofe futbolística del organizador y, lamentablemente, porque una vez más los árbitros tuvieron más injerencia que los jugadores.


No voy a abundar en detalles sobre los fallos de los árbitros, simplemente voy a recordar al japonés que dirigió a Brasil en el debut y a todos los que no sacaron las tarjetas amarillas en su debido momento, atentando contra un juego más abierto.


Le dejo un lugar especial al italiano Nicola Rizzoli, árbitro de la final: En un partido cerrado, con pocas situaciones de gol y donde Argentina contó con las más claras, ÉL, al no cobrar la clarísimo falta dentro del área de Neuer a Higuaín, se convirtió en el protagonista más influyente del Maracaná. Y no solo debía cobrar el penal, también debía expulsar al arquero alemán por clara acción con riesgo para el físico del adversario. Por suerte para él, Higuaín pudo seguir en el campo, pero tranquilamente lo podría haber lesionado de gravedad. Después de esa acción el partido se transformó casi en un Barrio contra Barrio donde todo estaba permitido (lo más alevoso, el golpe de Agüero a Schweinsteiger a dos metros del juez).

Yendo a lo hecho por la Selección Argentina, primero tengo que dejar de lado todo lo previo a la final, y me refiero a todos los equipos. No importa si Chile y Colombia intentaron jugar bien, si Alemania lo goleó a Brasil, si a Argentina no le sobró nada en cada uno de los seis partidos… En un Mundial, lo único que cuenta es ganarlo. Y Argentina, en el partido más importante y ante el mejor rival, MERECIÓ GANAR.


Pese a llegar a la final en condiciones físicas y mentales muy desventajosas, Argentina redujo a Alemania a su mínima expresión, cerrándole todos los caminos y haciendo parecer torpes a jugadores que cuatro días antes parecían imbatibles. Desgraciadamente, bastó un descuido en 112’ para que se escriba una nueva injusticia, con puño y letra de alguien designado por la FIFA.


Imagino lo que estarán pensando a esta altura quienes me conocen, pero no soy yo el que cambió: El equipo que jugó la final ante Alemania no tiene nada que ver con el que vinimos viendo los últimos tres años.


Durante el ciclo Sabella, de lo único que se habló fue sobre cómo rodear a Messi de los jugadores que mejor lo interpretaran, sin embargo, a la hora de la verdad se privilegiaron otras cosas, como el orden defensivo y que cada jugador cumpla una función específica a la hora de defender. Se pensó primero en mantener el cero en el arco propio y dejar de sufrir en cada contragolpe del rival. Por supuesto que esto llevó a que el equipo perdiera poder ofensivo pero, con la habilidad en velocidad de Messi, Di María, Lavezzi o el sorprendente Enzo Pérez, las situaciones de gol llegarían solas.


Que Argentina haya merecido ganar el Mundial, no quiere decir que haya sido un gran equipo y que haya que continuar con este proyecto. Fue un equipo sólido a la hora de defender, con un descomunal Mascherano recuperando pelotas y cubriendo las espaldas de sus compañeros, muy bien secundado por Biglia, con actuaciones para seguir apostando por ellos de Romero, Garay y Rojo… Del medio de la cancha para adelante, solo fueron arrestos individuales que en la mayoría de los casos terminaron en patriadas solitarias.


Lionel Messi: Ráfagas de su enorme habilidad en la primera parte del torneo. Muy bien marcado en los partidos más importantes y demasiado desentendido del juego. Seguirá siendo el mejor en este fútbol robotizado carente de grandes jugadores pero, no me pidan que me conforme con eso. Que le hayan dado el premio al mejor jugador del Mundial, me pareció una burla.


CARLOS ABEL RIGGI


publi-lateral publi-lateral publi-lateral publi-lateral publi-lateral publi-lateral
publi-chica publi-chica publi-chica